Restos de los más de 350 metros cúbicos del crudo depositado en el mar -debido a una fisura en un conducto submarino de la Empresa Nacional de Petróleo (Enap)- alcanzaron las costas de la caleta perjudicando el cultivo y la extracción de locos, uno de los recursos marinos más apetecidos y a la vez más escasos en la zona.
En la comuna de Arauco, los pescadores de Llico tienen autorización para capturar hasta 13 mil unidades de la especie y, sin embargo, este año sólo pudieron desaguar una cantidad cercana a los 4 mil locos. Las manchas de hidrocarburo que alcanzaron la costa de la bahía de Arauco afectaron no sólo la cantidad de ejemplares extraídos, sino que también los precios de venta del marisco: si antes se negociaba la unidad entre 500 y 700 pesos, ahora las ofertas no superaban los 100 pesos debido a su mala calidad.
La poca rentabilidad del negocio ha sumido a los pescadores artesanales en la preocupación y en el enfado con las autoridades. Como el loco se encuentra en veda, y sólo tienen permiso de captura entre enero y agosto, el período primaveral no se ve muy auspicioso. El Estado, como responsable directo de esta debacle económica, debería hacerse cargo del problema indemnizando a los pescadores artesanales que no tienen implicancia alguna en la contaminación del mar y en la depreciación del mencionado marisco.
Además, no sólo los pescadores de Llico verán escatimados sus bolsillos, sino que también la pequeña y mediana empresa de restaurantes que han fomentado la cocina de mariscos y pescados. En Llico se ha incrementado en este último tiempo la oferta de restaurantes y cocinerías de muy buena calidad, que han exaltado la exquisita veta pesquera y variedad de recursos marinos de la costa sureña.
Lamentablemente, la imprudencia de la Enap ha privado a estos pescadores y empresarios del goce de una temporada más fructífera en términos financieros. El loco es sin duda un elemento muy atractivo económicamente, y que en el paladar de los comensales de la comuna de Arauco sabe de maravilla. Esperemos que los responsables directos de esta contaminación tomen las medidas justas y compensatorias en beneficio de los desfavorecidos de siempre: los pescadores artesanales.